Durante mi infancia y adolescencia fue mi confidente, mi refugio, mi compañera de juegos, sabía perfectamente por quien latía mi corazoncito y fue la única persona capaz de decirme la verdad cuando todo mundo en la familia pensaba que no podía darme cuenta de nada.
Mucha gente conoció a Pachita cuando aun estaba bien, desafortunadamente mi marido no fue una de esas personas, sé que se hubieran llevado increíble.
Hoy Pachita emprendió su Gran Viaje.
Pero en realidad yo ya me había despedido de Pachita hace mucho tiempo, hace como diez años empezó a olvidarse de cosas, y sutilmente fui percibiendo esos cambios. Un buen día Pachita ya no supo quién era yo, o mi mamá y suplicaba que la lleváramos a su casa porque su mamá la iba a regañar.
Pachita ocupa un gran lugar en mi corazón, Pachita me contó con lujo de detalles cómo fue su vida en los años de la Revolución, del novio que tuvo y al que adoró y a quien su papá se encargó de ahuyentar. Me contó que por despecho dijo "con el primer tarugo que pase, con ése me caso" y el primer tarugo fue mi abuelo Julián (nada más tuvieron siete hijos) y también cómo años después supo que el novio la había buscado y nunca le dijeron nada. Me contó de los golpes, de las carencias en el pueblito de Jalisco donde vivieron sus primeros años de matrimonio, de cómo tomó la decisión de mandar a una de sus hijas mayores a vivir con sus papás para que tuviera una mejor vida, de cómo decidió dejar a mi abuelo y no vivir con alguien a quien no amaba. Me cantó muchas canciones, me contó miles de chistes, me decía Cuquita ya no me acuerdo por qué.
Estoy muy triste porque su físico ya no está, pero me alegra saber todo lo que compartí con ella, que durante muchos años le di todo el cariño y amor que pude y que, lo mejor de todo, ella me correspondió, por eso no me queda más que darle las gracias y decirle "Condenada Carlotita, te voy a extrañar más de lo que ya te extrañaba, pero te voy a volver a ver, guárdame un lugar junto a ti ahi donde estás ahora, te quiero abue, buen viaje".
23 de septiembre de 2009
3 comentarios:
ayyyy snif snif, que en paz descanse tu abuelita. Que bonito que ella te pudo contar todas esas anécdotas y viencias y que pudiste compartir tanto con ella.
No estaría mal que las escribieras, para que luego se las cuentes a tus hijos y sepan quien fue su bisabuela.
Te mando un abrazo grande.
Hermoso post.
Muy padre el que ella en vida supo cuantoa amabas.
Mi mas sentido pésame.
Te mando un abrazo solidario.
Ay. Se me enchinaron mis abundantes pelitos de los brazos.
Debe ser muy difícil que una persona que amamos deje de reconocernos. De cualquier modo, estoy segura que donde quiera que ahora esté sabe de sobra quién eres.
Ah, las abuelitas.
Cómo extraño a las mías.
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