Esa misma que pones cuando abro la puerta y estoy con el cabello alaciado, sin maquillaje, solamente un poco de delineador y rimel (porque según yo así se me ven más grandes los ojos) en los labios nada, ya sé que cuando te veo no me dura. Me encanta cómo me ves y dices "Qué bonita estás", porque por lo regular dices "Eres horrible, no te peinaste" y eso es verdad porque casi nunca me peino.
Entras y me abrazas, me miras a los ojos mientras vas acercando tus labios a los míos, me besas con intensidad, pasión y entrega... el mundo se detiene.
Y de repente aquí estoy, extrañándote y esperando la próxima vez que pueda ver esa mirada tuya.
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