Hay mucho trabajo y poco personal, eso me estresa pero sé que pronto habrá un poco de calma otra vez.
Mi amorcito ya está feliz otra vez porque le devolvieron por fin su zoom-zoom, y pues con toda la razón del mundo, tres meses sin auto son para poner los pelos de punta (ni tanto, pero sí fue frustrante)
Me siento contenta, hay mucho ruido alrededor, pero finalmente todo va muy bien
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